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Ya no me interesan tus besos de humo porque es ahora la naturaleza mi verdadero amor. No puedo dejar de extasiarme a cada instante con sus maneras. Olerle los cabitos y morderle la lechuga. Sentir a la arena chocando contra mi piel, pequeñas agujas que se clavan certeramente en el poro, encandilado por el sol. Picando el ojo. Irremendiándose.

Pies que se hunden quemándose de punticos suaves o espesos, muy espesos entre los dedos y el meñique que se traba y trata, trata de sacarse todo pero es muy chiquitico, especialmente la uña, chiquitica como ella sola. Y una ramita que se queda pegada, una hoja, una espina.

Si. Una espina

Te detienes y la observas y la sacas y te juro que llegará otra para recordarte que existes, que caminas, que traspasas y que eres traspasable, como todo, absolutamente todo.

Y entonces la sacas y ¿qué queda? Aprender a ver con los deditos, con el cuello, con la parte de arriba de la cabeza, por donde algunos dicen que hay un charco, o una charca, o una siembra, o algo así, pero muy, muy hermoso, según dicen y uno puede ver por ahí, y ya no se estrella la mente tan a menudo con las rramas (con rr) cuando nos levantamos de golpe desde la fogata.
Las sienes se hacen masajes a ellas mismas, con las patillas volándose al viento o siendo palpadas corticas, corticas, corticas que pullan y es rico en mis dedos. En mi meñique chiquitico.

Se embadurnan de sudor y está bien, le sabe bien a la boca, se despierta.

Saco la lengua y comienzo a saborearte, a saborear el cielo y siento que tengo toda la lengua azul  profunda, y que me está abrazando una brisa que no está segura a donde va pero lo hace con una determinación muy suave, moviendo las hojas de los árboles que empiezan a hacer música con el río, cantan con un pájaro y yo me voy quedando dormida, se me van cerrando los ojos sobre el pecho y suspiro. Gracias por el cuento, le digo en voz bajita, con el ultimo susurro de consciencia.

Y la tierra me gira, me hace girar, y yo ya no comprendo el tiempo porque lo único que siento es amor corriéndome en las venas, y cuando uno ama el tiempo se detiene. Se estira, se expande y se contrae. Entonces a mis sueños les va añadiendo giros y vueltas, la tierra, y los despierta, a mis sueños, muchas veces la luna, como un faro de playa que se me estrella en la pupila tan despierta y tan dormida.

Barco que está tan, pero tan cerca de la orilla.

Nadando, flotando entre las nubes tornasoladas. Desvaneciéndose en la noche contra el cielo y la montaña que ahí estuvo, toda la tarde observando la ciudad y ahora duerme invisible, con el aire traspasando desde el mar hasta de nuevo mi pupila que jamás se cansa de darle, y cuando se cansa cuesta apagarla.

Imagen. Tras

Imagen. Tras

Imagen

Tras

Imagen

Imagínate tú que se me olvidó lo que te iba a decir que te imaginaras.

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 La muerte está de mi lado

Le agradezco a la muerte por meterme miedo

Por pelarme los dientes en la esquina y hacerme vez la hojilla de la cuchilla en mi soledad de precipicios, balcón abierto hacia lo inevitable. Seducción de cruzar la línea. “FRÁGIL” con flechitas de esas pero sin el “no flip”.

Le gradezco haber brillado asi, bisturí, haberme guiñado el ojo desde el espejo, desde el tronco podrido bajo el sombrero que jamás me dejaba verle los ojos, pero que me seguía con la mirada cuando estaba sola en la oscuridad, en el desierto de la ciudad.

Le doy gracias por haberme sacado la sangre y haber permitido que los vampiros jugaran con ella hasta ridiculizarla y convertirla en postres. Me derramé tanto y tanto sobre las baldosas de tu tía, sobre la soga de mi cuello con las uñas absolutamente clavadas en el pescuezo, me deshice, me exploté con bombas mientras caía desde aquel rascacielos y abajo, mi querida muerte, gracias por dejarme el mar lleno de tiburones.

Gracias por el río

Gracias por lo efímero

Gracias por lo infinito

Gracias por no ser nada más que la vida.

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"Bureau crazy"

Yo te lo busco

Yo te le pongo precio

Yo te lo sello

Yo te lo embolso

Yo te lo llevo

Yo te lo doy

Yo te lo veo

Y vos, me pagás. cualquiero cosa... 

el lápiz

…y llévate la factura.

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Te amo, sólo eso.

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